Celebraciones




I EDICIÓN
2 de octubre de 1998

Estamos en octubre en un día soleado del otoño y doce Guajes se reunen en torno a la mesa de un nombrado asador de corderos, Casa Muñiz, en Santa Cruz de Mieres. De menú el sabroso cordero regado con el Rioja y para el brindis el burbujeante champán nacional. Es la primera vez que lo hacen atendiendo el ofrecimiento de Julio el de Maruja y Eliseo Roces para rememorar los años de infancia y juventud. Pasada la barrera de los cuarenta atesoran ya un pasado que les permite recrearse en lo bueno que les deparó el tiempo ya vivido porque lo malo, lo negativo, los sinsabores, aunque presentes, vale más olvidarlos.


Los saludos son una continuación de los de todos los días. Julito llega desde La Felguera y los demás se tropiezan y saludan a menudo. Son además de los nombrados: Pipi Pajares, Milo el de Mador, Julio el de Esther, los hermanos José Pedro y Miguel Cosío, Javier el de Isabel, René Amor, Segu Morillo y Luis el de Gelina.

Con el primer apretón de manos ya surgen los comentarios, las bromas, los recuerdos, la recreación de las picias, los lances en los juegos, la escuela, las discotecas, lo pintas que eran unos y otros, los estudios, la búsqueda del primer empleo, la emancipación familiar y un apurado balance de cómo les trata la vida. Recuerdan los partidos de “cantarillas” en plena calle con la rotura de algunos cristales y el cabreo por las bromas, algunas pesadas, de esta o aquella vecina; las carreras ante la llegada de los municipales en busca del balón al que acompañaba la temida multa; los baños en el río teñido de carbón; los estallidos temerarios de los botes de carburo entre el “cacao” de la Canal y del río; las escapadas a zambullirse sin valorar el riesgo en la charca de Agromán; las luchas casi tribales con las bandas rivales; la maestría que demostraban en prepararse los chaplillos, los patinetes, los arcos y flechas de varillas de paraguas; comparan los sofisticados juegos de hoy con los suyos de la peonza, palera, guá, lirio, piedriquina… mucho más creativos, tal vez más apreciados.... y cuánto más en su etapa de niños y adolescentes despertando a la vida.

De la etapa juvenil rememoran sus andanzas por las discotecas con alguna tarascada bajo los efectos del alcohol ¡Quién no fue joven!; se recrean recordando las inolvidables películas disfrutadas en los tristemente desaparecidos cines de Mieres. Nos queda el Esperanza, muerto, sucio, vacío, sin esperanza de volver a ilusionar y resucitar aquellas monumentales colas ¿No habría forma de recuperarlo para Mieres?, se preguntan. Y aunque se intente darle de lado, aflora el recuerdo de las desgracias mineras tan injustas, tan dramáticas y a los amigos que “la negra” se fue llevando. Comentan el peregrinaje en la búsqueda del trabajo, aunque ya con problemas, más fácil que ahora pero con sueldos de miseria y la explotación laboral por los chamizos, talleres y obras. Recuerdan a Moisés -Mui para todos- con los, casi humanos, perros Moro y Chola; al entrañable Chelo que mantenía informado a todo el barrio de los detalles del último viaje de los que nos habían dejado; a las mujeres en su aventura de ir a proveerse de carbón extra en el invierno a los trenes del Vasco y de Sela sorteando la vigilancia del Jurado. Surgen los interrogantes sobre aquellos Guajes que ya hace tanto que no ven y dan detalle de todos y cada uno de los coches que los emigrantes lucían en sus visitas de los veranos. Sigue una larga lista en la que lo dicho es solo un esbozo de aquella realidad vivida tantos años atrás.

Y así con tanto recuerdo, tanta nostalgia se va pasando el tiempo y llega la hora de despedirse con el propósito de repetir y esperan la próxima comida habiendo inaugurado casi sin darse cuenta una saga de celebraciones a las que en etapas sucesivas nos vamos sumando más “nenos" y después también les "nenes” de aquel querido barrio obrero de la margen derecha del Caudal, al sur de Mieres.







II EDICIÓN
29 de mayo de 1999

Este encuentro tuvo como escenario el bar del Picu Siana, cima esta de tantos recuerdos para los Guajes. Otra vez el cordero a la estaca fue el plato central al que vimos y olimos en la última fase de preparación bajo la atenta mirada del asador. Allí nos citamos los Guajes en el segundo eslabón de esta cadena de celebraciones. Mientras esperábamos reunirnos todos y entre saludos y abrazos pudimos disfrutar, en una soleada mañana, de la estupenda vista del valle del Caudal, desde los túneles de la Pereda y la térmica de Hunosa hasta el depósito del agua de la Reguerona. En una atenta observación divisamos los altos de Valmurián, el Picu Gúa y los pueblos que se agrupan a lo largo de la vieja carretera a Oviedo, desde el Padrún a la Rebollada, el valle de San Tirso y la salida a Sama, la hendidura del valle de San Juan y el hospital comarcal, el valle de Mariana, Vegalafonte, los altos de Turón, el Picu Polio y Rozamayor. Ya en el llano: Cardeo, La Escombrera, el polígono industrial que hereda su nombre sustituye al complejo siderúrgico de Fábrica de Mieres; los barrios de La Peña, Oñon, San Pedro y Tocote; el casco urbano de Mieres, el barrio de La Villa y el pozo de Barredo con su castillete y chimenea bien visibles, el complejo de Las Moreras hoy convertido en Campus universitario; nuestro barrio de Santa Marina ya distinto a como lo conocimos, vivimos y disfrutamos y el más joven de todos, el de Vega de Arriba que junto con su polígono industrial ocupa los terrenos que conocimos como Los Llerones. El Caudal sigue curso a encontrarse con el Nalón en Ribera de Arriba sin el puente colgante que nos comunicaba con La Fonda y otro nuevo acompaña y sustituye al de La Perra. La nueva carretera nacional se traza remozada paralela al río. Las vías del Feve encuentran acomodo entre el barrio y la carretera; las de Renfe, como siempre, discurren por la margen izquierda del río que ya se ha despojado del crepón negro del carbón y luce claro, vivo, con abundante vegetación y fauna, al que acompaña el transitado paseo fluvial.

El encuentro resultó de lo más agradable. Avelino García (Nito) nos trae alguna foto que curiosos y espectantes contemplamos. En una aparece la "banda " de Cuqui  "El Zapa" al completo que orienta los comentarios. Los recuerdos de otros tiempos, las anécdotas, los abrazos y las muestras de afecto no se escatimaron y ya bien avanzada la tarde, dimos por finalizado el encuentro citándonos para el año siguiente.








III EDICIÓN
27 de mayo de 2000

En esta ocasión el lugar fue el lagar de Panizales en Espinedo, en el camino de Siana a Paxío. Buen sitio, buena mesa y estupenda sidra. Allí nos juntamos los Guajes para disfrutarnos todo un día. Ambiente magnífico y derroche de comentarios por parte de quienes más recuerdan que nos ayudan a los demás a traer a la memoria rincones y vivencias de aquellos tiempos de infancia y juventud. Otro paquete de fotos orienta los recuerdos y las canciones populares afloran en la sobremesa. Otra tarde para recordar. Después de una jornada muy agradable nos despedimos hasta, cuando más tarde, el próximo encuentro.










IV EDICIÓN
26 de mayo de 2001

Se acaba mayo y de nuevo los Guajes nos preparamos para la celebración anual que tanto nos llena. Nuevos Guajes se suman a la celebración y esta vez el lugar elegido es el restaurante de Domingo Moro en el alto de Santo Emiliano dando vista a los dos valles mineros: Caudal y Nalón. Día de sol, buena comida y entorno agradable. Se siguen sumando fotos y nace la idea de recopilarlas y preparar un libro que aglutine tanto recuerdo disperso transformándolo en una agradable memoria colectiva. Ese año se instaura el reparto del bollu preñau y la foto del grupo. Ya tenemos conciencia de futuro de estos Encuentros.

Antes, durante y después de la comida se siente la satisfacción por el encuentro con los nuevos celebrantes, algunos vienen de otras autonomías. Las canciones populares se van abriendo paso en la sobremesa y termina el encuentro avanzada la tarde. Esperamos vernos en la próxima Edición.



                           






V EDICIÓN
25 de mayo de 2002

En esta ocasión, los Guajes ya sumamos 124 , dia soleado que promete gozar del espectáculo preparado al aire libre. A las doce nos vamos encontrando a la entrada del barrio remojando el gargüelu en los bares del entorno del Felechu mientras se escuchan los sones de la música del país. A eso de las dos acompañados de gaita y tambor (Juan Carlos y Marcelo) “llenamos” el tren de FEVE hasta Baiña y en su Lagar, después de los postres, el grupo FOLIXA ASTUR, nos deleitó con una magnífica actuación. Después de la prolongada y magistral actuación de marcado estilo costumbrista, ¡Qué buenos son, coño! se repartió el bollu preñau y se hizo la foto del grupo. Llegan más fotos y se recogen anécdotas para el libro.

Nos despedimos avanzada la tarde habiendo disfrutado de un día en el que el sol, de verdad, lució generoso. Otra vez el FEVE nos acercó a Mieres. La VI Edición es nuestra próxima cita, la esperamos con gana..













VI EDICIÓN
31 de mayo de 2003

En esta edición el lugar elegido fue el Casino de Figaredo y allí nos dimos cita 120 “nenos” quienes después de dar buena cuenta de un sabroso menú y esmerado servicio, a los postres, disfrutamos de la actuación de un CHOLO JUVACHO genial como siempre. Adornando las paredes y en dos niveles se exhibieron 611 fotografías escaneadas y retocadas de aquellos años jóvenes, que visionábamos con avidez llevándonos a otros tiempos vividos en el barrio. Agradecimos y celebramos la presencia de nuevos Guajes algunos llegados de otras comunidades y desde el extranjero. Terminó la jornada con el reparto del bollu preñau y la foto del grupo diciéndonos adiós hasta el año siguiente. Se concluye que ya es tiempo de hacer realidad el libro y nos ponemos manos a la obra con la intención de editarlo a la mayor brevedad.










VII EDICIÓN
29 de mayo de 2004

Vamos camino de forjar otro eslabón más de esta cadena de celebraciones, ya es el séptimo. Es sábado 29 de mayo y como todos los años, los Guajes tenemos una cita con nuestros recuerdos en el barrio. Son algo más de las once y ya empezamos a acercarnos al lugar de costumbre. En la peluquería, Nacho atiende a los últimos clientes antes de unirse a la fiesta. En el entorno de la sede del Santa Marina C.F., ambiente en clave de fiesta con un partidillo y otras actividades deportivas que nos hacen recordar el ambiente festivo de aquellas celebraciones patronales de otros tiempos. ¿Nadie se anima a resucitarlas? De vez en cuando suenan atronadores los voladores. Al fondo, el castillete y la chimenea del pozo Barredo.

La gaita y el tambor de Juan Carlos y Marcelo que nos acompañarán en toda la celebración anuncian el Encuentro en un alegre recorrido por algunas calles del barrio. Van llegando más Guajes, saludos, bromas, comentarios. Mientras se aleja la gaita uno contempla la entrada ya cambiada del barrio y casi sin darse cuenta va “pasando lista” recordando aquellos establecimientos comerciales que se alineaban a la entrada del barrio y que ordenadamente van desfilando: El bodegón del Moscu, Ultramarinos La Flor, Peluquería Antonio, Droguería Manangel, el estanco de Anita, Casa Delfina, Sastrería Orlando, Bazar Planeta (Chela), Librería Clarín, Mercería La Ideal, Bar La Flor del Vino, Bar Español, Pastelería El Soto, Peluquería Ignacio, Carnicería Bienvenido, Calzados Arcadio, Garaje Camilo ¡Cuántas bicis alquiladas y cuántos gomeros salieron de aquellas cámaras de bici! y Bar Grao. Ya por la otra acera: Bar Dólar, Josmar, Casa Carmina y Pepín el de Carola, Farmacia de Mª Dolores Grela, Bar Enrique El Gallego, Mercería La Favorita, y Panadería Próspero ¡Cómo olía a pan cocido! Quizás hubiera alguno más ¡Cuántos recuerdos!

Entre los transeúntes saludamos a algunos de nuestros mayores entre ellos a Cosío el Ciego al que acompaña su hijo Miguel. Es el mismo que con la peculiar gracia que le conocimos, pregonaba la broma ocurrente del cobro de los cupones de aquella primitiva ONCE con los vales del “conomato”. Siguen llegando más Guajes, se aprovecha para “calentar la encía” en los bares próximos y a eso de las dos nos dirigimos, otro año más, al Hogar de Figaredo en el valle del Turón. En sus paredes cuelgan no menos de una docena de cuadros de temática minera obra del artista mierense y minero Joaquín Castro. En la barra del bar y mientras nos reagrupamos hay tiempo para “reentrenar” la garganta con otro apetecido Rioja.

Como en años anteriores, en torno a las tres, tomamos asiento dispuestos a disfrutar de buena comida, buen trato y un excelente ambiente. A los postres se informa de la terminación y presentación del original del libro y se anuncia la reserva de ejemplares, para enviar pronto a la imprenta esperando entregarlo antes de que finalice el año. Se suceden los comentarios sobre el contenido del libro y tras el café y los chupitos se abren paso las canciones populares. Después de una larga sobremesa de canciones, confidencias e historias revividas, se reparte el bollu preñáu y con la foto del grupo en el exterior, tomamos de nuevo el transporte de regreso al barrio con la mente puesta en el reparto del libro y la celebración de la próxima primavera.








               

VIII EDICIÓN
28 de mayo de 2005

Otra edición más que celebramos en el Casino de Figaredo. Lugar próximo de fácil comunicación incluso para desistir del coche por si alguien “empina el carro”. Espacio amplio, buena mesa y buena atención. Como en la sexta Edición, en esta ocasión colgamos de las paredes una amplia muestra de las fundas de los discos de nuestros autores favoritos de juventud. En la sobremesa, comentarios y anécdotas sobre lo expuesto, tarareos más o menos afortunados, murmullo de saludos, abrazos, parabienes y recuerdos entre los que el esforzado monologuista de traje azul mahón, boína, paraguas y madreñes pugnaba, sin mucho éxito, por hacerse escuchar. Se comentan los pormenores y la satisfacción por la excelente acogida de nuestro libro que nos lleva a la necesidad de una reedición; con el vamos recuperando una parte de nuestra historia y la del barrio. Vamos encadenando celebraciones que siempre nos dejan un agradable sabor de boca. Si alguna vez hubo algún desencuentro entre alguno de nosotros, el tiempo, el olvido y la satisfacción de volvernos a ver constituyen un excelente bálsamo reparador.

Para finalizar el Encuentro, se reparte el bollu preñáu, foto del grupo y en torno a las nueve tomamos el transporte que nos acerca de nuevo a Mieres. Fin de fiesta y compromiso de volvernos a ver, cuando menos, en la próxima primavera.









IX EDICIÓN
27 de mayo de 2006

En esta ocasión el lugar elegido fue el Lagar de Herminio en Colloto y allá nos trasladamos en autobús por aquello de beber con más tranquilidad sin la preocupación de coger el volante. Abandonamos la comida tradicional sustituyéndola por una espicha. Para la próxima edición volveremos a recuperar la silla y el mantel. En esta ocasión nos acompañaron les "nenes" que hasta entonces hacían su celebración por separado. El encuentro resultó de lo más agradable, afloraron viejos recuerdos y anécdotas entre pinchu y pinchu. Amenizó el acto el muy querido conjunto de nuestros años jóvenes Los 2+2  y después del bollu preñáu y la foto del grupo, hacemos planes para el próximo año y otra vez en autobús regresamos a Mieres.











X EDICIÓN
26 de mayo de 2007

La primavera que inunda de colores y perfumes la naturaleza, parecía ausente en esta celebración. la lluvia hizo acto de presencia y apenas dio tregua para que miembros de la Banda de Gaitas de Mieres pregonara la celebración. Allí estaban a las doce como de costumbre y de forma intermitente fueron desgranando su repertorio. Es una atención que tienen para con el Colectivo que agradecemos en toda su valía. Poco a poco y bajo paraguas nos vamos reuniendo en el sitio de costumbre mientras se animan las conversaciones y los saludos con algún tragu compartido por aquello de "engrasar el gargüelu". Observamos la grata presencia de grupos completos de hermanos. No nos fallan los habituales repartidos por otras comunidades y por el extranjero.

Este año tenemos como novedad la presencia del querido don Luis, nuestro párroco de toda la vida quien se ganó el aprecio de todos en los muchos años que ejerció su apostolado entre nosotros. Supo estar con las gentes del barrio en los momentos difíciles y es por derecho propio uno de nuestros mayores. En repetidas celebraciones le habíamos pasado invitación que cortésmente declinaba por las imcopatibilidad con sus obligaciones. Ya se sabe...mes de mayo, mes de comuniones. Este año, consiguió hacer un hueco.

A las dos como estaba previsto tomamos los autobuses que nos conducirían a Urbiés al restaurante Nando habitual ya en las celebraciones. Buena comida, buen ambiente y un comedor de gala. A los postres hacemos entrega de una placa de reconocimiento y gratitud a don Luis quien en las palabras de agradecimiento nos recordó momentos vividos en el barrio y alguna simpática anécdota de cuando se compartía escuela e iglesia. Seguidamente abandonó la celebración para desplazarse con tiempo a Llanes para cumplir con sus obligaciones pastorales. Bromeaba recordándonos que a sus años debía ser el único de los presentes todavía en activo.

Después de un tiempo para dar rienda suelta a los recuerdos, de nuevo el conjunto de los años mozos de discoteca, los 2+2 nos envuelven en aquella época con sus melodías que algunos se animan a bailar. A una hora prudente, foto de grupo, bollu preñáu y despedidas. De nuevo en el autobús, regresamos al barrio después de un día de  agradables encuentros.
















XI EDICIÓN
31 de mayo de 2008

Vamos a celebrar la 11 Edición  y el día se presenta lluvioso. A las once de la mañana los Guajes vamos aproximándonos al entorno de la peluquería Nacho, el Fleming, la Flor, T´itos... Nos saludamos los habituales y nos alegramos por la llegada de algún nuevo Guaje a la celebración. Apreciamos en especial la presencia de aquellos Guajes venidos desde otras comunidades y  los emigrantes en Europa. A las doce como estaba previsto sentimos los sones de la gaita y damos la bienvenida a los miembros de la Banda de Gaitas de Mieres que nos acompañarán hasta las dos en que nos dirijamos al restaurante. Sigue lloviendo y lo que iba a ser un pasacalles por el barrio anunciando la celebración con los sones alegres de la música popular tiene que quedarse en una actuación al amparo del toldo de la Flor.

Tomando alguna sidra o algo más fuerte, vamos haciendo tiempo para reunirnos todos y a las 2 de la tarde, acompañados de gaita y tambor, pasamos rápidamente por la estatua del Pirulero y recordamos aquellos tiempos en los que nos endulzaba los días. Agradecimos la presencia de la Banda  y al lado del Escorialín subimos a los autobuses municipales contratados al efecto para acercarnos hasta el Restaurante Nando en Urbiés.

Sigue la lluvia y llegados a Urbiés la neblina de la montaña nos envuelve y tapa el bonito paisaje. Allí nos juntamos con los que habían llegado antes prefiriendo sus propios medios y algo antes de las tres nos sentamos a degustar el menú en un salón engalanado como " de boda" pero sin novios. La ocasión lo merecía. Otra vez el conjunto los 2+2 nos acompañaba en la comida y en la sobremesa rememoramos otros tiempos inolvidables con su magnífico repertorio. Es nuestra música. Son nuestros años mozos.

Entre comentarios, a veces animados bailes, el gusto por escuchar la música, recuerdos, anécdotas y nuevas citas discurre la celebración y ya en torno a las nueve de la tarde/noche se apagan los murmullos festivos, se reparte el bollu preñáu, hacemos la foto del grupo y otra vez el autobús nos traslada al barrio. Despedidas después de un día de disfrutarnos y esperamos con ganas la próxima edición.











XII EDICIÓN
30 de mayo de 2009

El sol luce derrochador en este sábado último de mayo de una primavera que ya se escapa y los Guajes nos vamos agrupando en el lugar de costumbre. Saludos, alegría de reencontrarnos los asiduos, y enorme satisfacción por los que acuden por primera vez a la celebración. Contamos como siempre con los incondicionales llegados de Zaragoza, Navarra, León, Benidorm y otras comunidades. No fallan los emigrados a la, en otro tiempo, prometedora Europa. Nos satisface contar con la presencia de grupos de hermanos al completo que se suman al disfrute colectivo de todo un día, Comentamos acongojados la inesperada partida ....hacia las estrellas del amigo Taúlfo, sabemos que no estás ausente, que estás con todos nosotros al igual que todos los Guajes que prematuramente se han ido. Como en otras ediciones “engrasamos” en el tiempo de espera en los bares de siempre. En esta ocasión, ese diablillo juguetón que a veces se cuela sin permiso modifica el programa y nos priva del apreciado pasacalle de las gaitas que anuncian la celebración. Poco antes de las dos acudimos a visitar la estatua del Pirulero y proliferan las fotos colectivas y emparejadas, con el recordado Jesús.

A las dos nos recogen los autobuses frente al Escorialín de los entrañables Tino y Tina de nuestros recuerdos y pasadas las dos y media llegamos al restaurante Nando en Urbiés. Unos minutos más de reagrupamiento, saludos con los que llegaron por sus medios y seguidamente tomamos acomodo en el estupendo salón del primer piso, un regalo para la vista que queremos conservar. El menú y el trato, servidos con la calidad y calidez a que nos tienen acostumbrados.

Llegan los variados y jugosos postres, el café, los chupitos y arrecian los recuerdos y las confidencias. Es el momento de repartir el DVD con las fotos y grabaciones de los Encuentros de los años 2006 a 2008. En la sala comparten mesa y mantel nuestro amigo Dimas -Diminas para todos- que esta vez sí pudo acompañarnos, con sus amigos y compañeros los miembros de los 2+2 que como en casi todas la ediciones nos recordarán aquellos dorados años de nuestra juventud. Uno tras otro van desfilando los temas: The Young Ones, Tú serás mi Baby, Mejor, Dío come ti amo, Twist de St. Tropez, La Mamá, Speedy González, Cae la Nieve y tantas otras de su variado repertorio. Dimas nos tiene preparada una sorpresa y se arranca acompañado de sus amigos los músicos con esa estupenda y sentida canción de Alberto Cortez: Distancia, tan oportuna que dedica a su gran amigo el también Guaje presente Jose el Gemelu y por extensión a todos. Amigo Dimas: Hay momentos de emoción que a duras penas se contienen…, gracias querido amigo.

Se prodigan los abrazos fruto de la emoción y continúa la fiesta con la participación de algunos en la pista en una danza que quiere recordar otros tiempos hasta que pasadas las nueve se reparte el bollu preñáu, hacemos la foto del grupo para la historia y tomamos el autobús de vuelta al barrio. En el trayecto, al igual que a la ida, desfilamos entre la belleza natural del valle del Turón ahora con los tonos apagados del final de un día todavía de primavera de colores y perfumes, ya sin el fragor de la actividad minera, mientras serpentea entre los elementos que conforman ese museo minero que es todo el valle, lugar de trabajo de muchos de nuestros mayores. Sus habitantes tienen mucho que decir y presumir de esos logros. Con la llegada al llano damos por concluida esta nueva Edición citándonos para la próxima primavera.
















XIII EDICIÓN
29 de mayo de 2010

Estamos en la edición XIII en una mañana de primavera soleada que augura un buen día. El lugar de reunión el de costumbre y esta vez sí, a las doce como estaba previsto, disfrutamos de la actuación de miembros de la banda de Gaitas de Mieres que agradecemos. Pasacalles a los sones de la gaita por el barrio que anuncian la celebración y actuaciones intermitentes hasta las dos, hora en que nos despiden al pie del autobús. Antes nos precedieron en la obligada visita a la estatua del Pirulero, que hoy sí hacía buen día y menudearon las fotos. Como todos los años, saludos, abrazos y la infalible participación de los Guajes venidos de fuera de nuestra Asturias y de la Emigración. Gracias por el esfuerzo.

Este año presentaba como novedad, por expreso deseo de la mayoría, la participación demandada de los cónyuges de los Guajes. Hemos de decir que tal demanda sólo expresaba una excusa ya que no contamos con la presencia de ninguno que no fuera también del barrio. Para próximas ediciones recuperaremos el modelo anterior.

En esta ocasión éramos bastantes menos y habrá que achacarlo a la crisis; para los supersticiosos a la edición, o mejor, a los errores de quienes nos encargamos de la organización. Para ser justos diremos que asumimos esos errores y haremos lo imposible porque la celebración resulte del agrado, si no de todos, sí de la gran mayoría.

El autobús nos deja pasadas las dos y media en el restaurante de Nando en Urbiés como de costumbre y después de un breve espacio de reunión y "engrase" de garganta pasamos al comedor, esta vez en la planta baja. Echamos de menos el del primer piso, habrá que recuperarlo. Después de dar cuenta del sabroso menú y los ricos postres, los 2+2 se encargaron de recordarnos con su música los tiempos de discoteca y hormonas a pleno rendimiento. Sus canciones resultan expectacularmente agradables a nuestros oídos y nos hacen vibrar al mismo ritmo que las cuerdas de sus guitarras. Sin llamarnos viejos, los que conservan mayores energías se lanzaron a unos bien acompasados bailes que hablan de su buena forma física.

Como hiciéramos el pasado año, se repartió el DVD con el recuerdo de los actos de la edición anterior y para la próxima se repartirá el de ésta. Recordamos a los Guajes que ya no están, este año en especial a nuestro amigo Dimas que también se nos fue pronto. Seguro que todos estuvieron con nosotros.

La tarde va pasando entre comentarios, recuerdos, música y baile y a eso de las 9 de la tarde/noche se apaga despacio el ambiente de fiesta y repartido el bollu preñáu y hecha la foto del grupo, el autobús nos llevó de nuevo al barrio y nos despedimos hasta la próxima



                            










XIV EDICIÓN
28 de mayo de 2011

Estamos de nuevo a finales del mes de mayo, tiempo en que en el barrio de nuestros días se celebraban las fiestas patronales. Casi con toda seguridad se habían apurado al máximo los días de primavera al elegir la fecha para asegurarse el buen tiempo en los días de celebración, claro que, el método no es infalible como lo demostró la tremenda riada que sufrimos en el año 1953. ¿Nadie se anima a resucitar las fiestas del barrio? En aquellos días era tiempo de reunión familiar y recordándolo nosotros, los Guajes, hoy vamos a disfrutar de otra celebración que refuerce aún más nuestros lazos de amistad sincera. Todos vamos siendo un poco más mayores cada año y gusta uno de recordar los buenos tiempos y a las gentes con las que compartimos camino en nuestra andadura por la vida.

El día es soleado y como en años anteriores el ánimo está dispuesto para la celebración. En torno a las once de la mañana empiezan a llegar los primeros Guajes a la entrada del barrio lugar de reunión y nos satisface intercambiar saludos y abrazos; como era de esperar -nunca faltan- saludamos a los llegados de otras comunidades y Eugenio que llega desde Zaragoza nos sorprende presentándonos a Perico Fernández el boxeador maño Campeón del Mundo que tantos éxitos cosechó en los cuadriláteros de medio mundo, al que había invitado a nuestra celebración. Bienvenido sea. Desde Gijón nos llega René y sus herrmanas, y Alicia con su hermano y sus otras hermanas incluída la que llega desde Suiza; ¡Tiene mérito esas 28 horas de viaje por carretera para celebrar con todos!. Habremos de ser finos y acertar a la hora de organizar el evento para corresponder a tanto afecto. A las doce como estaba programado escuchamos las alegres interpretaciones de la Banda de Gaitas de Mieres, esta vez son cinco miembros masculinos, que con su pasacalles por el barrio anuncian la celebración. Van llegando mas guajes y un poco antes de las dos de la tarde nos encaminamos hacia la estatua de Jesús el Pirulero donde proliferan las fotos para el recuerdo. Fueron muchos los años en que nos alegró la infancia con su cantinela, sus pirulines y nos gusta recordarlo.

A las dos como estaba previsto, delante del Escorialín de Tina y Tino (ahora es su nieto) nos recoge el autobús para acercarnos al valle de Turón a Casa Nando donde celebramos la comida como en otros años y donde esperan los que acuden por sus medios; Julio Cerrajero en su silla y su hermana Adriana  tampoco fallan a la cita. Después de nuevos saludos y templada la garganta con el sano ejercicio controlado de "levantamiento de vidrio", tomamos asiento en el salón del primer piso dispuestos a disfrutar de la comida mientras seguimos contándonos nuestros recuerdos y algún que otro contratiempo en la salud necesitado de lo que se conoce como tratamiento de "chapa y pintura" reparador sin mayor importancia. A los postres se informa de los detalles del último año, de nuevos proyectos que hagan mas visibles los recuerdos del barrio y de la Exposición que el Colectivo mostrará en el marco de la XXXI Edición de la FIMI en Mieres. Como en otras ediciones se atienden a las sugerencias que nos orienten a  mejorar la celebración.

Este año no hemos podido disfrutar de la siempre estupenda actuación del grupo Los 2 + 2 de nuestros recuerdos e intentamos compensarlo con la música enlatada con las voces de los interpretes de nuestro tiempo. Lástima que no supimos acertar en el control de la megafonía y la cosa no salió como se esperaba; un tema a corregir para futuras ediciones.

Esta vez en torno a las ocho de la tarde, había futbol, después del reparto del bollu, el DVD de la celebración anterior y hecha la foto de rigor del grupo -algunos con la prisa no esperaron a la foto- nos despedimos hasta la próxima primavera, tomamos de nuevo el autobús en dirección al barrio y de allí a seguir el partido donde el Barsa de Guardiola, Villa, Mesi, Iniesta ...completaría su tremendo palmarés proclamándose otra vez campeón.




























XV EDICIÓN
26 de mayo de.2012


Otro mayo y ya van quince que los Guajes nos damos cita en ese encuentro anual que tanto nos agrada. Unas fechas antes de este día 26 de la celebración ya pudimos saludar a los que nos llegan de otras tierras, incluso como otros años, desde el extranjero donde les llevó la búsqueda de otro futuro más prometedor. Eugenio que se desplaza desde Zaragoza donde reside, otra vez viene acompañado de su invitado, el que fuera campeón del mundo de los pesos superligeros Perico Fernández. Acuden para estrechar y reforzar los lazos de amistad que nos unen y volver a reeditar los recuerdos de aquella infancia y juventud cada día más lejana pero tan presente en la memoria de todos, recuerdos en los que se dibuja la presencia protectora día a día de nuestros mayores; un buen numero de ellos (el tiempo no perdona), irremisiblemente se nos han ido. Es la ley de la vida que esperamos nos deje disfrutar muchos años de su presencia a los que todavía tenemos la suerte de conservarlos entre nosotros. Para los que se han ido, nuestro recuerdo.
Comienza el día como corresponde a la segunda mitad de la primavera. El sol luce sin sofocar y los Guajes a eso el mediodía vamos saludándonos contentos de vernos de nuevo en el lugar de reunión, como ya es costumbre, a la entrada del barrio, en el ensanche formado por la peluquería Nacho y los bares la Flor, Tito´s y Fleming donde nos entrenamos en el paladeo responsable de alguna apetecida bebida alcohólica y la refrescante sidra. Notamos la ausencia de algunos que en esta ocasión  no podrán celebrar con nosotros por aquello de la inoportuna reparación de “chapa y pintura” sanitaria a quienes deseamos una pronta recuperación y damos la bienvenida a los que se suman a los habituales, este año nada menos que ¡quince! Guajes, nenos y nenes que vienen a disfrutar de un día feliz de confidencias y recuerdos compartidos. En esta edición, no podemos contar con la muy grata participación de la Banda de Gaitas de Mieres que desde hace algunos años imprimía un aire de asturianía al encuentro; la razón, los recortes por la crisis que padecemos. Agradecemos muy de veras su participación de años atrás y estamos convencidos que volverán los buenos tiempos para todos.
Poco a poco se va completando el grupo entre saludos y brindis y en torno a la 13,30 nos encaminamos hacia la estatua del Pirulero para visitarlo. Seguro que todos nos acordamos de su protagonismo hace ya tantos años en la vida de todos aquellos nenos y nenes, de aquellas perrona y perrina de aluminio que era el precio de la golosina. En torno a su estatua nos hicimos las fotos para el recuerdo y como estaba previsto, a las dos de la tarde, en El Escorialín de Tino y Tina, hoy regentado por su nieto, tomamos el contratado autobús municipal (hay que arrimar el hombro en la lucha del Consistorio por equilibrar las cuentas) nos dirigimos al Valle del Turón esta vez hasta el Asador La Gotera para disfrutar de una placentera comida de hermandad.
Esta vez el viaje fue sensiblemente más corto y pronto nos apeamos en el barrio de San Francisco, a unos metros del castillete del pozo San José, al lado del monumento que las gentes de Turón levantaron en honor y recuerdo de los muchos hijos del valle, mineros de todas las edades, que, en días trágicos, muy trágicos que el ungüento del tiempo difícilmente consigue olvidar, la mina se fue llevando. ¡Demasiados nombres en aquellas lápidas! ¡Tan alto es el coste de la actividad minera, este sí y no el económico! Unos pocos metros más atrás y después de una corta pero pronunciada pendiente y antes del llegar al Ateneo, sin pasar el río, tomamos posiciones en el amplio patio del Asador donde saludamos a los que habían acudido por sus medios y ya paladeaban el aperitivo de bienvenida.
A las tres de la tarde como estaba anunciado tomamos asiento para degustar el sabroso menú: les fabes con almejes, el lechazu al horno de panadería y la tarta turonesa como no podía ser de otra manera, el vino, los licores, el café… que fuimos trasegando entre comentario y comentario con los más próximos en la mesa.
Decididamente se come bien, muy bien en el valle del Turón. Después de las gratas experiencias de otros años, primero en el Hogar de Figaredo, Casa Nando en Urbiés en los últimos años y ahora en la Gotera con el exquisito Lechazo al Horno de Panadería, no cabe otra calificación. Merece ser visitado no solo por su extraordinario y bien cuidado patrimonio minero; también su gastronomía es sencillamente estupenda y el trato, en todas nuestras experiencias, extraordinario.
Al finalizar los postres presentamos el proyecto de lo que será el nuevo eslabón de esa cadena de recuperación de la memoria de aquellos nuestros años jóvenes en el barrio del que daremos mas información cuando esté acabado para inaugurar y después de un prudencial tiempo para la charla entre Guajes, se dio paso a la música bailable, este año sí, con pleno acierto a cargo del profesional equipo musical de La Gotera.
En un descanso del baile, Ángeles Corredera, una guaja del barrio que se estrena este año en las celebraciones y que se mueve con éxito en el mundo del espectáculo, nos dedicó varias canciones de su repertorio que merecieron los sonoros aplausos de los asistentes.
Para los que no gustan del baile, se abrió barra en la soleada terraza del patio donde continuaron con sus confidencias y fotos para el recuerdo y Perico Fernández nos mostró sus dotes pictóricas dedicadas al mundo taurino, cuya aceptación hizo agotar las existencias.
Se hizo la foto de rigor del grupo, el reparto del bollu preñau y la entrega del DVD de la celebración del año anterior, dimos la fiesta por concluida (todo se acaba) a la espera de otra primavera que nos vuelva a reunir en la XVI edición y a eso de las 8,30 de la tarde esta vez sin las prisas por el futbol (el Barsa también este año se proclamó campeón pero fue el viernes 25), como estaba previsto, otra vez el autobús municipal nos recogió para acercarnos al barrio donde algunos en franca camaradería, antes de la llegada de las sombras, como colofón, dieron cuenta del repleto y contundente bollu preñau en las terrazas de las cafeterías y bares de acceso al barrio.
















































XVI EDICIÓN
25 de mayo de 2013


Cincuenta y dos  semanas han transcurrido desde la anterior edición. Muchas cosas han pasado desde entonces en las vidas de todos los Guajes que año tras año nos venimos reuniendo en estas fechas, las mismas en que en otro tiempo celebrábamos las Fiestas patronales. La vida sigue su andadura deparándonos alegrías, pocas en estos tiempos de crisis, problemas y algún suceso triste que nos acongoja y que con escaso éxito intentamos soslayar; el discurrir imparable por el río de la vida nos va dejando sin algún amigo… y eso es duro. Seguros estamos de volvernos a encontrar.

Es día de disfrute y a ello vamos. Camilo, Jorge, Liseo, José Luis, Mari Luz, Cuqui, Belisario. Genti, Julio, Limón, Bini, Adriana, Lelo, Baizán. Gelín, Fredo, Azucena, Celso, Fernando, Nori, Mercedes, Gaspar, Segu….y muchos más de entre los que nos vemos mas a menudo y la siempre grata presencia de los que nos llegan de mas lejos: Mundo, René, Violeta, Delmar, Charo, Mary, Raquel, Pili, Alicia, Marcelino, Mercedes, Manolita, Cuesta, Jorge, Isabelita…,Eugenio que no falla y que esta vez se ha dejado al amigo boxeador en Zaragoza donde tenía algo estupendo que celebrar, poco a poco nos vamos dando cita a la entrada del barrio donde ya es costumbre, en esta soleada mañana que quiso premiar nuestro Encuentro después de unos meses de desacostumbrado temporal que a casi todos nos hizo recordar aquellos tiempos de infancia de continuas lluvias, de tremendas inundaciones. Sobre todo aquella de hace ahora 60 años, coincidiendo con las fiestas del 53 y que plasmamos en nuestro libro, con extraordinaria fuerza barrió las calles del barrio llevando la preocupación y el miedo a las gentes provocando el desalojo temporal preventivo y que afortunadamente pasó sin demasiados problemas. Es este un recuerdo que los recién llegados completan con alguna pincelada de hechos concretos. Siguen llegando más Guajes y después de los saludos, se van acomodando en los diferentes bares y terrazas en pequeños grupos con la sana y responsable intención de acompañar la espera con algún que otro culín, cerveza, tinto o blanco que les permita el sano ejercicio de levantamiento de vidrio con mesura.


A la hora convenida y de camino a encontrarnos con el autocar que nos lleve asador La Gotera nos dirigimos al entorno de la Iglesia donde nos aguarda la figura imperturbable de Jesús el Pirulero. Después de algunas alusiones a lo que para nosotros niños suponía su figura y mercancía, además de alguna secreta confesión  y de las fotos para el recuerdo, nos encaminamos al lugar de cita con el autobús.

Llegados al Escorialín, el contratado moderno autobús municipal nos recoge a eso de las dos para atravesando el barrio por la que fuera nuestra calle B y la Plaza Segunda, sin el obstáculo de la Casona, desaparecida con la reforma del barrio, salir en dirección a nuestros Llerones que hoy son y desde  hace tiempo, el asentamiento del polígono residencial de Vega de Arriba. Las instalaciones del Barredo, mudas, sin la sirena que llame al relevo, dan solar a los edificios del Campus Universitario con la silueta inconfundible de su castillete (el Mochu) y la fundación Barredo. El Parque de maderas y la sede de la Brigada de Salvamento Minero, también se los llevó el tiempo.

Entre recuerdos del paisaje de nuestros años jóvenes, nos adentramos en el valle del Turón cada vez menos minero y nos apeamos en el barrio de San Francisco justo al lado del monumento minero ya mencionado en la crónica de otro Encuentro, Desgraciadamente en él se ha instalado la barbarie…¿personas? (que cada uno las califique) le han elegido como blanco de sus iras y frustraciones dejándolo en lamentable estado; los minero, y sobre todo éstos, no se merecen ese trato. A algunos les queda mucho que pulir…Y encima van los que dicen que saben y se cargan la Educación para la ciudadanía… ¡Cuánto disparate! Ya se sabe…si lo hago yo,…una genialidad  pero si lo haces tú, no tiene ningún valor y hay que eliminarlo. De esto, algo sabe y sufre este colectivo; es uno de los pecados de esta España nuestra.

En el soleado patio de la Gotera nos encontramos con los que llegan por sus medios y después de los saludos, un nuevo refrescar de garganta y un ligero aperitivo tomamos asiento en el repleto comedor. Este año hemos cambiado del menú les fabes con almejes por una sabrosa menestra que tal vez no mejorará a la que describe el Guaje Javier Sandoval, afincau en Madrid, el fiu de Mérica y Pepe, en su pregón de las fiestas del barrio de 1996 y que recogemos en nuestro libro, pero que está estupenda.


Entre plato y plato siguen los comentarios de hechos pasados y presentes y a los postres, después de brindar y antes de dar paso a la música se da cuenta de lo relativo al anterior Encuentro y el estado del proyecto en curso que va por buen camino; se distribuye el DVD de la edición anterior y nos preparamos para la foto de grupo en el exterior.


Comienza la música bailable intercalando los temas de los dioses discográficos de nuestro tiempo que aprovechan los más dispuestos haciendo gala de una buena forma física, mientras en la barra del amplio patio, entre trago y trago, se forman corrillos  que comentan los recuerdos sí pero también temas de reciente actualidad. Algunos comentarios del declive de la actividad minera también tienen cabida; se lamenta y se critica que los puestos de trabajo perdidos en la minería no sean compensados en otra actividad duradera.


Y así, con grato ambiente, el disfrute de una buena comida y sana diversión, llegamos al fin de fiesta a eso de las 20,30. Este año ni el Barsa ni el R. Madrid consiguieron su objetivo en la Liga de Campeones, los dos fueron literalmente aplastados por los equipos alemanes en unos desafortunados encuentros alejados de todo pronóstico. Como compensación que nos afecta muy de cerca tenemos que destacar la extraordinaria campaña del Caudal de Mieres que luchará por el ascenso a la 2ª División de la Liga de Futbol Profesional con un presidente (Ardura), unos jugadores (todos), un entrenador (Paco) y una afición entregada que lo darán todo. La proeza ya la han escrito, ahora queda la Gloria…tal vez sea posible y Mieres vuelva a vibrar con el futbol de casa como en los mejores tiempos… ¡que así sea!


Con la entrega del abundante y sabroso bollu preñau, la satisfacción de vernos un año más y las ganas de celebrar en la  próxima  primavera, nos decimos hasta pronto al tiempo que tomamos asiento en el autobús que acaba de estrenar un bien estudiado traje publicitario. El castillete del pozo San José, uno de los muchos iconos de la minería del valle, nos despide hasta la próxima.


Llegados al barrio volverá a reeditarse por parte de algunos, la degustación del bollu en las terrazas próximas y el repaso a una fiesta que nos deja con buen sabor de boca, nunca mejor dicho.

El barrio de nuestros recuerdos

El barrio hoy

Comienza la Fiesta


  

 


















  

  
  

 

























 XVII EDICIÓN
31de mayo de 2014


En esta Edición, el acostumbrado último sábado de mayo casi se nos escapa del calendario. Es el día 31del mes de mayo  y como todas las primaveras por esta tierra nuestra, el tiempo se debate  entre los días lluviosos del invierno y los aún soportables calores del esperado verano. Amanece el día con la climatología amenazando de lluvia que obliga a vestirnos ropa de más abrigo en previsión de lluvia y así los Guajes acudimos a la cita de encontrarnos un año más para saludarnos y celebrarlo con una buena comida de las que acostumbran en el valle del Turón. Nos tratan bien.

Días atrás ya hemos tenido la ocasión de conversar con los que vienen de otras tierras y a eso de las 11,30 nos vamos acercando al lugar de reunión donde se prodigan los saludos y abrazos mientras en los bares próximos damos comienzo al ritual responsable de dar gusto al gargüelu en un primer brindis por el Encuentro.

El barrio cumple 65 años y aquí estamos  los Guajes para revivir aquellos tiempos en los que a pesar de las dificultades económicas éramos extraordinariamente felices. Está cambiado pero todavía nos damos cuenta de lo que falta y lo que cambia, lo último la  imagen del Escorialín que ha cambiado su añosa camisa de ladrillo visto por otra más pétrea.

Como en todas las ediciones anteriores, en los corrillos que se forman se rememoran las hazañas, las picias y también los bellos recuerdos de infancia y juventud, de aquel tiempo en que el corazón trotaba lleno de energía que conseguía hacernos sentir capaces de comernos el mundo: Las mañanas de deporte en Las Moreras o en los patios de los colegios, la práctica del futbol de aficionados, del juego del ping pong y del futbolín, las luchas pandilleras en las márgenes del Caudal o los Llerones. Los recuerdos de devoradores de cuentos, del monográfico carrín de cuentos de Marcelino en el lateral del cine Pombo y los adquiridos en los del barrio; la afición por las colecciones de álbumes de una larga temática, aquellos cromos que nos ilustraban sobre el potencial bélico desplegado en el triste episodio de la Segunda Guerra Mundial  que con ansia buscábamos en las tabletas de chocolate Kike y que mensualmente nuestras madres traían del economato en aquellos baldes repletos de suministro para todo el mes. 

Después de tantos años se resucita para los guajes de hoy la Peonza. Muy distinta a aquellas nuestras de madera siempre bailarina y veloz sacando los chaplillos del circulo de juego y en ocasiones, temible cuando en manos diestras y un ferrón adecuado, abría literalmente en dos la del oponente. La versión moderna presenta algunas peculiaridades: Se coge por el ferrón y sigue girando, la resina sustituye a la madera y llama la atención el elevado precio de alguno de los modelos.

A la hora convenida hacemos una visita al monumento del Pirulero, rememoramos el pregón de su mercancía, se hacen fotos para el recuerdo y seguidamente nos dirigimos al entorno del Escorialín  donde nos recoge un autocar de Pulmans Llaneza, los azules de Asturias Paraíso Natural que circulan por varias ciudades de Europa, (este año con los recortes los municipales no pudieron hacernos el servicio) para acercarnos  al Asador la Gotera en Turón donde ya somos asiduos. Allí nos encontramos con los que llegaron directamente por sus medios. Después de unos minutos para  saludarnos, tomamos asiento para degustar el menú, en esta ocasión: Fabes con pitu de calella, pierna de lechal emplatada con lechuga y rico postre casero, buen vino, cafés y chupitos varios.

Antes de dar comienzo el baile se entregan los DVDs de la celebración anterior y se informa sobre el nuevo proyecto de recuperación de la memoria del barrio, el monumento que esperamos inaugurar antes de que finalice el año y de cuyo acto se facilitará precisa información previa. 

Da comienzo el baile con los temas de nuestra época salpicados de otros de actualidad que las más dispuestas (las mujeres siempre nos ganan) hacen gala y demostración de su habilidad y buena forma física. Junto a la barra del bar un corrillo entregado entona las conocidas canciones de tertulia y vidrio que demuestran que algunos todavía tienen “fuelle” y oído. 

En el futbol nacional tres equipos se disputan el triunfo en la Liga y el Caudal que no logró su propósito de ascenso en la anterior temporada lucha por mantener la categoría. El Santa Marina sigue dignamente en la brecha salpicado de problemas y reivindicaciones.

A eso de las 8 de la tarde se reparte el bollu preñau y nos encaminamos al punto de encuentro con el autocar  que nos devolverá al barrio dando por finalizado el Encuentro con el propósito de reunirnos en la 18 Edición en la primavera de 2015.
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XVIII EDICIÓN
30 de mayo de 2015


Dieciocho Encuentros ya desde aquel primero de 1998 en el que los doce guajes iniciaran la cuenta. Mediados de primavera en el que año tras año nos reunimos en una agradable comida de confraternización recordando los tiempos en los que éramos, los guajes, nenos y nenes, la esencia vital de nuestro querido barrio y una apuesta de mejor futuro.

Es 30 de mayo, sábado, día de sol que se aventura bueno que haga más agradable la celebración. Han llegado al barrio ya los que vienen de otros lugares de España y del extranjero, dispuestos a celebrar un año más este Encuentro que nos trae a la memoria tantos buenos recuerdos. Nos espera un día feliz en la grata compañía de quienes en aquellos tiempos ya lejanos compartíamos cuanto teníamos a nuestro alcance, envidiando ahora, ya maduros,  la vitalidad de los pocos años.

En el cartel que anuncia el Encuentro, cuatro fotos con muchos años: Una panorámica del barrio cuando iba cambiando de fisonomía por la construcción de la nueva carretera a Castilla llevándose los patios verdes y los árboles de la orilla del rio, testigos mudos de tantas tardes de ocio compartido y ropa tendida “al verde”; en otra, una legión de críos que sonríen a la cámara en el 21 de la calle A, un domingo de 1951 bajo la atenta mirada, desde la ventana, de Pepe y Mérica los padres del guaje Javier Sandoval; una tercera, un nutrido grupo de mineros de la mina La Escribana delante de la bocamina prestos a entrar al trabajo quizás en el relevo de la tarde en el año 1957; la última, un equipo de futbol que posa para la foto del recuerdo, antes de enfrentarse en sana rivalidad de partido de aficionados en día de descanso. Todas ellas anticipo de los recuerdos que en este día aflorarán.

En esta edición disfrutaremos de dos elementos diferenciadores. Uno que nos es ajeno que nos alegra enormemente y es la recuperación de las fiestas del barrio por un grupo de jóvenes vecinos (nuestro reconocimiento por su trabajo y desearles éxito en esta nueva singladura) y que nos lleva a rememorar aquellas fiestas del barrio de nuestros días que tan acertadamente refleja Manu Sánchez en nuestro libro:

 “¡Ah la Fiesta!  La Fiesta era un estallar de colores entre tanto negro y gris. A finales de mayo, las calles principales se llenaban de cachivaches: Los coches de choque, que siempre se ponían en mi calle, ¡Qué suerte! Pues eran la atracción más "potente". ¿Quién no descubrió por primera vez un volante aquí? Estaban los Tiros, la Noria, las Lanchas, siempre protagonistas de incidentes y las Tómbolas, en una de ellas, temporada tras temporada, venía una mona "tití", la llamaban "Perlina" ¡Qué mordiscos pegaba! ¡La traíamos aburrida! Al lado, la casetina del algodón dulce junto a carruseles y cadenas y un poco más allá, aquel carro que medía la fuerza del brazo haciendo estallar un petardo si el lanzador no era muy flojo”.

El otro sí que nos da de lleno pues se trata del anunciado homenaje que nuestro colectivo ofrece a los vecinos emigrantes del barrio de los años sesenta, sentido reconocimiento a cuantos salieron en busca de mejor futuro, un nuevo eslabón en nuestro empeño por recuperar la memoria del barrio de nuestros días. Para el acto contamos con la presencia del recientemente reelegido alcalde de todos los mierenses Aníbal Vázquez quien ha aceptado el ofrecimiento de presidir el acto. También han sido invitados los representantes de las entidades colaboradoras ; está con nosotros el director del Museo del Ferrocarril de Asturias

De acuerdo con el programa de esta edición, a eso de las once nos citamos en el lugar de costumbre para seguidamente pasar de corrido por la estatua del Pirulero y continuar hasta el lugar de asentamiento del monumento en la nueva zona verde del barrio recuperada del espacio que dejó libre el polémico transformador finalmente derruido. Pasadas las doce, con la también presencia de algunos vecinos entre los que se encuentran algunos emigrados retornados y miembros de la directiva de la Asociación de Vecinos, el alcalde procede al acto de inauguración, descubre el monumento y dirige unas palabras a los congregados recordando los tristes tiempos de éxodo y el buen trato que se merecen quienes ahora llegan a nuestra tierra buscando nuevos horizontes. Seguidamente se explica brevemente el significado de los diferentes elementos que lo componen, se agradece la buena disposición y presencia del alcalde, al tiempo que se hace entrega de una placa de agradecimiento a las entidades colaboradoras. En corrillos se comentan los detalles del monumento, se rememoran detalles de la diáspora por parte de algunos emigrados presentes y se hacen fotos. De todo ello daremos cuenta en la página Propuestas y Logros.

Para las 14 horas nos hemos citado con el contratado autocar municipal que esta vez sí puede hacernos el servicio y mientras llega ese momento nos damos una vuelta por el ferial, distinto, con otro aire que los que recordamos de nuestra infancia. Puntualmente en el Escorialín de Tino y Tina, hoy regentado por su nieto, tomamos el autobús que nos acerca a Turón, como en los últimos años, al asador la Gotera para celebrar la comida anual y el resto de la fiesta. Atravesamos el barrio, pasamos por Vega de Arriba, lo que queda de las instalaciones del Pozo Barredo, el campus, el monumento a la tragedia minera, seguimos por   Santullano y al llegar a Figaredo enfilamos el valle del Turón; más restos de minería ya quieta y muda y por fin, el barrio de San Francisco y la inconfundible silueta, ahora limpia y roja, del castillete del pozo San José. Final de trayecto y a pie por la empinada cuesta abajo llegamos al asador La Gotera. A eso de las tres tomamos acomodo después de unos breves saludos, listos para dar cuenta de las viandas y el vino que las acompaña. Manuel y su cocina lo tienen todo dispuesto.

En la sobremesa se reparte el DVD que recoge el último Encuentro, se da cuenta de los pormenores de la ejecución del monumento y después de un breve tiempo para las confidencias, suenan las primeras notas de las canciones con los temas de nuestra época a los que acompañan otros de mas actualidad. Todavía algunos y algunas se animan con la danza y otros, los más, aprovechan el sol que luce en la estupenda terraza exterior para continuar con los recuerdos, los temas de actualidad que verdaderamente interesan, la novedad de la recuperación de las fiestas patronales y el omnipresente mundo del futbol. El Barsa de Luis Enrique persigue el triplete, el Sporting de Gijón y el Real Oviedo el ascenso y los equipos locales, salvar la categoría.

A eso de las 8 de la tarde se reparte el contundente y “desarrollado” bollu preñau y nos encaminamos al punto de encuentro con el autocar que nos devolverá al barrio dando por finalizada la celebración; allí otra fiesta, la del barrio, nos espera a todos. La esbelta figura del castillete nos dice adiós hasta la próxima primavera en la 19 edición.

                                                                                                                            



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XIX EDICIÓN
28 de mayo de 2016


Sí, ya son 19 los Encuentros, para el año próximo habremos de hacer algo especial. 


Es mediados de primavera, último sábado de mayo en el que el sol se resiste a hacer acto de presencia y aunque a veces se muestra tímidamente, tememos que más pronto que tarde diluvie haciéndonos recordar aquella riada tremenda de las mismas fechas del año 1953 de la que damos cuenta en nuestro libro del barrio. Los hombres del tiempo han anunciado abundante lluvia y lamentaremos que ello nos obligue a modificar sustancialmente el contenido de lo programado para esta nueva Edición.


El cartel con el programa de los actos y la invitación a la participación a todos los Guajes ya hace tiempo que se colocó por los sitios estratégicos del barrio y los locales comerciales como en todas las celebraciones anteriores. También este año se adorna con cuatro fotos, todas ellas constituyen una breve pincelada de recordatorio de aquellos años lejanos vividos en el barrio. La primera, muestra a un nutrido grupo de guajes en la playa fluvial de Collanzo el 27-7-1968 a donde nos llevaba el tren de vía estrecha del Vasco Asturiano y que junto con la entonces larga travesía ferroviaria hasta la playa de San Lorenzo en Gijón con RENFE llenaba los domingos de baños de la temporada estival. La segunda nos muestra la salida de la Misa del domingo cuando ésta se celebraba en el salón de Les Escuelines antes de la construcción de la iglesia. La tercera corresponde a los alumnos de la clase de Amadeo Gancedo en el patio de cemento del colegio Santiago Apóstol hacia el año 1964. Por último, la clase de párvulos del colegio privado Sagrado Corazón, con muchos nenos y nenes del barrio, en el lejano año 1955, que se ubicaba en un bajo de la calle Aller al lado del parque Jovellanos, en lo que después fue la tienda de decoración Morís y hoy Hiper-Gol, moderno “carrín” enorme para los guajes de hoy.


Tenemos la intención de pasar un día muy agradable como en todas las ediciones. Somos alguno más que la anterior a pesar de los problemas del vivir que a algunos ha impedido acudir a la cita. Han llegado algunos de los que tenemos en la distancia, que nos alegra ver aunque sea de año en año. En este día especial, otros nenos y nenes desgraciadamente ya no están entre nosotros; para ellos, un vivo y afectuoso recuerdo.


De acuerdo con el programa de esta Edición, a eso de las once nos citamos en el lugar de costumbre. Previsto está visitar la estatua del Pirulero y continuar hasta el Monumento a los vecinos emigrantes del barrio para celebrar la sorpresa de última hora, en la que en la tarde del día 27, pensando en nuestra celebración, los servicios municipales colocaron el atril con la placa dedicada. Agradecemos muy sinceramente la atención que se nos dispensa desde la Alcaldía.


Previsto está que a eso de las dos de la tarde el contratado autobús municipal nos recoja en el Escorialín y nos lleve al restaurante. Después de varios años en el valle del Turón, en esta ocasión nos mudamos al hermoso valle de Cenera, recuerdo de tantas celebraciones de la Fiestas de Los Mártires, donde también se disfruta de buena gastronomía. El lugar elegido el Molín de Valdés para la comida y fiesta de fraternidad. 


Pero ya llueve, llueve intensamente y arrecia tanto que contrariados nos vemos obligados a dejar para mejor ocasión las visitas al Pirulero y el Monumento y abordamos el autocar, antes de llegar al punto de la cita, a la altura de la cafetería T´itos. Al abrigo del transporte, atravesamos el barrio, pasamos por Vega de Arriba, el Pozo Barredo, el Campus, donde se forman las nuevas generaciones de jóvenes que ojalá no tengan que verse obligados a emigrar, que su país les ofrezca futuro; en su sala principal hace tiempo ya se puede admirar una magnífica exposición del artista local afincado en Oviedo y Oviñana José Ml. Félix Magdalena. Merece ser admirada y su autor un reconocimiento oficial expreso. Continuamos por delante del monumento minero y su remozado entorno, seguimos hacia Santullano y rebasadas las instalaciones del nuevo hospital comarcal, giramos a la derecha y cruzamos el puente atravesando el río Caudal, enfilamos el valle de Cuna y a poco rodar, llegamos al restaurante dirigido por Ricardo Valdés Prieto, el joven ciclista profesional retirado prematuramente de la Ruta por una desafortunada caída. Parece que amaina cuando finamos viaje permitiéndonos el acceso sosegado al restaurante. Allí nos agrupamos con los que acudieron por sus medios y entonamos el paladar con alguna apetecida bebida hasta el momento de sentarnos a la mesa.


En torno a las tres de la tarde tomamos asiento en el amplio salón dispuestos a dar buena cuenta de las apetecidas viandas. Buena cocina y buen servicio que merece nuestros elogios y nos deja contentos. Los recuerdos, las anécdotas de los años jóvenes y los temas de actualidad ocupan los comentarios entre bocado y bocado y en el plasma algunos siguen y comentan el discurrir de la serpenteante y multicolor etapa ciclista del Giro de Italia.


Después de los postres, ya en la sobremesa se reparte el DVD que recoge en Encuentro de la 18 edición, se da cuenta de los datos económicos del Colectivo, se comenta la grata sorpresa de la colocación del atril y su desarrollo, las acciones encaminadas a lograr los datos de los emigrados para las placas nominales, lo desafortunado de la tormenta que nos impidió “inaugurarlo” y que dejaremos para mejor ocasión. Después de un tiempo para las confidencias, se forman pequeños grupos que entonan las canciones típicas de reunión de amigos que por su duración y la pronta marcha por la Final de la Champions, anula el acostumbrado baile de despedida de fiesta no sin antes entonar el Asturias patria querida.

Poco antes de las 8 de la tarde se reparte el bollu preñau y nos encaminamos al punto de encuentro con el autocar que nos devolverá al barrio dando por finalizada la celebración.



Reiteramos la buena disposición para preparar algo especial para la 20 Edición…bueno sería que para entonces lográramos colocar las placas nominales. Para ello se necesita la colaboración de todos que se solicita también en los carteles distribuidos por los lugares de costumbre en el barrio y los contactos con los diferentes Centros Asturianos en los países de acogida. Todo esfuerzo será poco. ¡Ojalá los logremos pronto!



Por segundo año se celebra la fiesta del barrio, allí nos espera a todos otro carrusel de recuerdos. Una vez más agradecemos los esfuerzos de esa valiente asociación que cargó con el trabajo y la responsabilidad de recuperar para el barrio una celebración propia largamente aparcada.



Cuando se escribe esta crónica, la temporada de futbol se ha consumido y el Barsa se alza con la Liga, el Real Madrid logra la Champions, el Sporting salva la permanencia, el Real Oviedo después de mucho futbol no logra el ansiado ascenso, el Caudal despega y eufórico jugará la próxima liga en 2ª B. No está mal. El C. D. Santa Marina ahí está, luchando, en sus tres categorías de 3ª Juvenil, Cadete e Infantil; se merecen un reconocimiento por tanto esfuerzo.



Nosotros, los Guajes, nos vemos el año que viene en la 20 Edición.



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XX EDICIÓN
27 de mayo de 2017




Veinte Ediciones desde aquella primera de 1998 en Santa Cruz de Mieres en la que 12 Guajes las inauguraron; número redondo, edición ésta para la que se ha programado un plus que lo hará más  vistoso y completo con la descubierta de la primera placa con los nombres de los vecinos emigrados.


El cartel con el programa de los actos y la invitación a la participación a todos los Guajes (también a los que no han celebrado nunca con nosotros, siempre hay una primera vez) ya hace tiempo que se colocó por los sitios estratégicos del barrio y los locales comerciales como en todas las celebraciones anteriores. Se adorna con cuatro fotos, todas ellas constituyen un agradable recordatorio de los tiempos vividos en el barrio. En la primera, se muestra la entrada y salida del barrio, la más usada, la que conducía hacia las barreras del Vasco con la arboleda central, siendo visibles: la droguería Manangel, el estanco de Anita, el comercio de Delfina, La sastrería Orlando, el bazar El Planeta… y por la otra banda: la farmacia de Grela, el bar El Quijote, la tienda de Nori, la pastelería Berma… La segunda fue tomada en la plaza del pozo Llamas en Ablaña, un día de Santa Bárbara cuando se acudía a recoger el bollu y premios sorteados por la Hermandad minera. La tercera, acaba de cumplir sesenta años, muestra al vecino Ríos picando carbón en una capa tumbada de la mina la Escribana en mayo de 1957. La última recoge la bendición de aquel muy apreciado párroco nuestro, don Luis, el Domingo de Ramos delante del salón parroquial.



Es 27 de mayo, esperamos que el tiempo no repita la mala faena del año anterior y con nubes y claros nos vamos acercando al acostumbrado punto de encuentro. Siguiendo el programa, a eso de las once llegan los más madrugadores, también los que nos llegan de otras regiones y del extranjero, a la cita en el lugar de copas a la entrada del barrio donde una contratada pareja de Gaita y tambor de la Banda de Gaitas de Mieres confiere al ambiente un toque de asturianía, se prodigan los saludos y las muestras de afecto mientras se paladea alguna bebida apetecida. De allí y a la hora convenida, nos acercamos a la plaza de la iglesia donde nos aguarda la figura del Pirulero, aquel hombre tan conocido y esperado por nosotros siendo niños y los de las poblaciones cercanas. En corrillos se hacen fotos y se comentan anécdotas del singular vecino. Seguidamente guiados por la pareja de gaiteros nos encaminamos hacia el Monumento a los vecinos emigrantes del barrio para descubrir la placa con los nombres de 62 emigrados de los que tenemos noticia (son muchos los que nos quedan por relacionar y en ello estamos) que los servicios municipales colocaron en el día de ayer pensando en la celebración que nos congrega año tras año. Se acrecienta la deuda de gratitud con nuestro ayuntamiento. Gracias, sinceras gracias. Llegados a destino y después de un tiempo breve para la concentración se procede a la descubierta de la placa por algunos vecinos emigrados y retornados presentes mientras suena melodiosa la gaita, acto del que ofrecemos amplia información en la página Propuestas y logros.



Terminado el acto nos dirigimos al restaurante para completar la jornada festiva. Para esta ocasión nos hemos descuidado y no se ha podido repetir cocina como era nuestro deseo, otros llegaron primero y el local tiene sus limitaciones. Como alternativa hemos elegido el mesón-parrilla LA XAGOSA, al lado del barrio, nada más cruzar el puente que en otro tiempo fue colgante. Allí hacemos tiempo para agruparnos y paladear alguna bebida hasta el momento de sentarnos a la mesa.

A eso de las tres de la tarde tomamos asiento en el amplio espacio dispuestos a dar buena cuenta del escogido menú. Los recuerdos, las anécdotas de los años de infancia y juventud, los temas de actualidad, el futbol, la jubilación, el tiempo de ocio y el cuidado de los nietos, algún achaque y también noticias buenas de abuelos recientes, ocupan los comentarios entre plato y plato. En otro espacio contiguo del amplio local, los Amigos de Figaredo, que coinciden con nosotros en la fecha año tras año, disfrutan de la celebración de sus 20 años de fraternal comida. Somos viejos conocidos y algún año nos hemos disputado el restaurante cuando celebrábamos en el Hogar de Figaredo.

Ya en la sobremesa se reparte el DVD que recoge el Encuentro del año anterior, se da cuenta de los datos económicos del Colectivo, se comentan los detalles de la placa inaugurada y las acciones encaminadas a lograr los datos de los emigrados para completar las placas nominales. Seguidamente, la música, esta vez sí, conduce la danza de quienes se sienten más dispuestos, hasta poco antes de las 8 de la tarde en que se reparte el bollu preñau y se da por finalizada la celebración comentando y haciendo planes para la celebración de los 20 años de la próxima edición. Y así, muchos, a pie, por el mismo puente heredero de aquel de nuestros recuerdos, retornamos al barrio.

Esperamos impacientes completar pronto la abultada lista de emigrados, que nos permita concluir el monumento homenaje a tanta gente que hubo de salir del barrio buscando horizontes más favorables. Todo esfuerzo será poco. Ya sabéis, los datos dirigirlos a: emigrantesbarrio@gmail.com  ¡Ojalá que sea pronto!

Este año echamos en falta las recuperadas fiestas del barrio, esperamos y deseamos que tengan continuidad. ¡Ánimo, ganas, colaboración y a salvar obstáculos! 

Cuando se escribe esta crónica, la temporada de futbol llegó a su fin y el Barsa que en tantos años se mostraba intratable, se desdibuja y éste para él no es año de triunfos. El Real Madrid gana la Liga y la Champions, el Sporting pierde la categoría y jugará en segunda con el Real Oviedo, habrá derbi. El Caudal mantiene la categoría y el C. D. Santa Marina sigue valiente en la lucha.

Con la ilusión de una nueva cita esperamos vernos el próximo mayo, en el 2018, en la 21 Edición. Hasta entonces amigos, no faltéis.



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XXI EDICIÓN
26 de mayo de 2018


Aquí estamos otro año más. Se cumplen dos décadas desde aquella primera de 1998 en la que los Guajes nos reunimos en sana camaradería para recordar los años, ya lejanos, en la que los abuelos de hoy éramos los bulliciosos y vitales guajes del barrio. Mucho  ha llovido desde entonces.


Para el cartel con el anuncio del acto y la invitación a la participación, con  el formato habitual al que se incluyen los años que conforman las dos décadas, se ha elegido como ilustración una recopilación de fotos de diferentes celebraciones encabezada por  la primera, en Santa Cruz; la siguen: Asador del Picu Siana, Lagar de Panizales, Lagar de Herminio en Colloto, Asador La Gotera en Turón, Lagar de Baiña, Hogar de Figaredo y Casa Nando en Urbiés. En 20 años fueron muchos más los lugares de celebración y que mencionamos con más detalle en las crónicas de las sucesivas celebraciones; sirvan éstos como ejemplo. Con antelación suficiente se distribuyó por el entorno del barrio, los establecimientos de costumbre y lo anunciamos en el blog. Desde aquí nuestro agradecimiento a los industriales que año tras año se brindan a colaborar desde los escaparates de sus negocios y a cuantos se hacen eco del evento en este mundo nuevo de las Redes Sociales.

Ya en primavera y dejado atrás el invierno frío y lluvioso, en toda la semana el tiempo se presentaba difícil pero a alguien debemos tener por allí arriba que negoció una tregua y el día amaneció amenazante pero sin lluvia, le debemos una. Según nos guía el Programa, a eso de las once vamos formando grupo los más impacientes. Mermados de número nos llegan de otras regiones y del extranjero a la cita en el lugar de copas a la entrada del barrio. Se prodigan los saludos y las muestras de afecto mientras se saborea un vino, una sidra, una cerveza…algo con que entrenar el gargüelu. Este año somos sensiblemente menos los que nos damos cita pues los años, la salud que se va minando y compromisos ineludibles mermaron la lista de celebrantes, pero aquí estamos los que estamos, dispuestos a pasar un día estupendo de reencuentro. Uno más.

A la hora establecida salimos hacia la plaza de la iglesia. Allí visitamos la estatua dedicada a la memoria de Jesús El Pirulero, el vecino que nos endulzaba los días de infancia con sus pirulines artesanos. ¡Cuántos recuerdos!, lo situamos recorriendo las calles pregonando su dulce mercancía seguido de guajes en busca del deseado caramelo. Nos aguardaba una desagradable sorpresa, descerebrados, tarados por decisión propia sin ninguna formación cívica, se llevaron el penacho portador de pirulines. Entendemos que no por su valor económico sino más bien por la retorcida obsesión de la gamberrada haciendo un daño estúpido. Mucho tienen que educarse algunos, muches forgasies hay que levantar en algunos, mucho por pulir. No es la primera salvajada que padece. ¡Qué lástima de aquella malograda asignatura de Educación para la Ciudadanía promulgada por unos y suprimida por otros! Sabedores del hecho apenas unos días antes, nos pusimos en contacto con los responsables del Ayuntamiento. Esperamos que pronto quede reparado el daño y vuelva  a lucir completo. Comentarios de rechazo a la salvajada que habla mucho y malo del grado de civismo del autor o autores dan paso a las fotos para el recuerdo y seguidamente nos dirigimos hasta el monolito homenaje a los Emigrantes. No pudimos pisar la hierba verde, crecida y empapada que lo rodea. Desde la acera informamos de la marcha de la recepción de datos de los emigrados que quieran relacionarse y se concluye con la decisión de esperar a que la lista sea más completa para plasmarla en una nueva placa.

Seguidamente nos dirigimos a la Estación de autobuses donde ya nos espera el contratado autocar municipal que en esta edición volverá a enfilar el camino del valle del Turón para repetir las gratas experiencias del Restaurante Casa Nando en Urbiés. Como nos tienen acostumbrados, el buen trato y la buena cocina del valle nos esperan. Y no defraudaron.


En torno a las tres de la tarde tomamos asiento en el amplio espacio dispuestos a dar buena cuenta del elegido menú en el que no puede faltar el lechazo o cordero. Como en años anteriores, recuerdos, anécdotas de los años de infancia y juventud; una actualizada edición de lo cotidiano, el fútbol, la jubilación, la valentía y el tesón de los jubilados vascos que lunes tras lunes son un ejemplo de lucha, el tiempo de ocio, achaques, el mal momento de salud por el que pasa algún miembro del Colectivo y también noticias buenas de superaciones que alguna hay, son los comentarios entre platos.

Ya en la sobremesa hacemos un brindis, donde prima El Gaitero, por los 20 años de recorrido y el deseo de que se prolongue por muchos más. Antes de dar paso a la música bailable, se reparte el DVD que recoge el Encuentro del año anterior, se da cuenta de los datos económicos del Colectivo, se comentan de manera individualizada a quienes lo solicitan, también los detalles de la lista de emigrantes y la gestión en el Ayuntamiento para la reposición del penacho.

Seguidamente, la música toma el protagonismo de la mano del D.J. del año anterior quien conduce y anima la danza de los que se sienten más dispuestos, les mujeres siguen barriendo, son incansables, todavía queda juventud en esos cuerpos. Algunos contemplamos desde la ventana, una cuidada güerta tradicional, la de pueblu repleta de esos productos que contribuyen al logro de la tan rica comida casera. El verdor de nuestra Asturias lo inunda todo. Este año primero, por el futbol,  se reparte el bollu preñau y se da por finalizada la celebración y a las 7,45 el autocar nos recoge con tiempo dejándonos en el barrio para seguir el desarrollo de la final de la Champions que enfrenta al R. Madrid con El Liverpool, una gozada para la afición.

Recordamos la necesidad de completar la lista de emigrados y la forma de hacernos llegar los datos, que se puede facilitar de manera personal o en el correo: emigrantesbarrio@gmail.com  ¡Animamos a colaborar para que sea pronto!

Un recuerdo para aquellas fiestas del barrio, los que intentan hacerlas posibles y el deseo de que vuelvan a celebrarse. ¡A ver esa nueva juventud del barrio, tenéis la fuerza, podéis con ello!

En el plano deportivo, anhelos, luchas, victorias, frustraciones y desencantos, hay de todo. Los grandes del futbol siguen siendo grandes con la ayuda del talonario para hacerse fuertes. Cuando se escribe esta crónica, el Barsa brilla conquistando con holgura la Liga y el Real Madrid le gana al Liverpool y se lleva la Champions. Ni el Oviedo ni el Sporting consiguen el anhelado ascenso y en el plano local nuestro Caudal no ha logrado salvarse del descenso en el año de celebración de su Centenario, cosas del futbol, una lástima; este contratiempo no merma la grandeza del Caudal, cien años no son cualquier cosa. El Santa Marina sigue cumpliendo su función con los modestos y ahí está en la brecha, merece un reconocimiento a su buena labor con los jóvenes. Desde aquí se anima a los Guajes a colaborar con el Club haciéndose socios.

Con la ilusión de sumar otra y muchas más celebraciones nos citamos para un nuevo Encuentro el próximo mayo en la que será la 22 Edición. Hasta entonces amigos. Nos vemos. Pasamos lista. Cuidaros.

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XXII EDICIÓN
25 de mayo de 2019

Nos despedíamos la primavera pasada con la ilusión de sumar otra y muchas más celebraciones citándonos para un nuevo Encuentro el próximo mayo en la que sería la 22 Edición en la primavera de 2019.

Ha pasado todo un año, la naturaleza se despierta y ya estamos en otra primavera. Día tras día la vida sigue con sus claroscuros, con alegrías, con zozobras, con sorpresas, con  disgustos, con hechos que lamentar y hechos que disfrutar, con esperanzas…es la vida que nos condiciona, nos alegra y nos aflige mientras caminamos lentamente en el esfuerzo individual y colectivo de lograr un mundo mejor que solo depende de nosotros los humanos… quizás algún día lo logremos.
Como ya es costumbre en nosotros los Guajes, de nuevo por estas fechas estamos dispuestos a rememorar el pasado en el barrio y cuanto en ese tiempo en él hemos vivido. Otra vez para el cartel que nos congrega hemos elegido instantáneas de pasadas celebraciones: el Hogar de Figaredo, el Molín de Valdés, Casa Nando en Urbiés, La Xagosa al otro lado del rio, y el Asador La Gotera en Turón. Siguiendo el ritual acostumbrado y con la antelación requerida se distribuyó por el barrio, en los lugares de costumbre, la llamada a la participación; también en nuestro blog y en las Redes Sociales. Bienvenidos todos, también los que acuden por primera vez a celebrar con nosotros.

A eso de las once vamos acercándonos al punto de encuentro, donde en la espera, nos vamos saludando con los más próximos, con los que nos vemos a menudo y de manera especial con los que nos vienen de más lejos incluso de otras localidades y del extranjero mientras tomamos un trago en los bares del entorno. Estamos en campaña electoral y el barrio luce la consabida propaganda. Hay que conseguir el voto. A la hora acordada y fieles al programa,  salimos a pie por el barrio en dirección a la plaza de la iglesia donde nos aguarda la solicitada y conseguida estatua que recuerda a Jesús El Pirulero. Desde hace unos meses luce restaurada. Parece que el elemento desaparecido no lo estaba tanto y meses atrás hemos visto a operarios de la empresa local Talleres Carlos del Valle en las labores de restauración por encargo del Ayuntamiento. Por lo concienzudo del trabajo y la reconocida valía de la empresa, esperamos que la reparación resulte definitiva. Comentarios sobre el incidente y su restauración dan paso a las acostumbradas fotografías antes de despedirnos de quien durante tantos años endulzó los días de tantos guajes.

Seguidamente, también a pie, nos dirigimos hasta el monolito de homenaje a los Emigrantes donde en el día de ayer y después de un ligero repaso de limpieza hemos sustituido la relación de vecinos por una nueva que eleva la cifra hasta los 90 emigrados. Resulta más complicado de lo que cabria esperar la obtención de los datos de tantos emigrados. Sin desmayo esperamos que pronto podamos contar con los datos de todos y relacionarlos, aún quedan muchos y animamos a que desde las Redes sociales se publicite la demanda. Nos consta que son muchos los que no saben de su existencia.

Terminado el acto, nos dirigimos a la Estación de Autobuses donde nos recoge el contratado autocar que, otro año más, nos adentra en el valle del Turón, exponente perfecto de la actividad minera del carbón en la zona durante tantos años,  hasta el Restaurante Casa Nando en Urbiés donde celebraremos la comida y posterior fiesta.

Después de un breve espacio de acomodo, en torno a las tres de la tarde, tomamos asiento en el amplio espacio dispuestos a dar buena cuenta del estupendo menú en el que en esta ocasión el rey de la mesa es el cabritu. Y los postres… no hay palabras! Volveremos.
Entre plato y plato afloran los recuerdos de aquella etapa vivida, anécdotas nuevas, testimonios de casos poco menos que olvidados y otros nuevos que nos descubren ahora después de tantos años…magnificados por el paso del tiempo; el recuerdo del entramado social vivido por nuestros mayores, los tiempos de colegio y ocio, del primer empleo, del tránsito a la edad adulta y vueltos al tiempo presente, lo cotidiano, lo próximo,  lo que hoy es presente  y mañana será pasado que recordar. Es bueno pararse y echar la vista atrás para coger impulso y avanzar por los senderos de la vida…salud para seguir.
Ya en la sobremesa brindamos por este Encuentro y que vengan muchos más. Antes de dar paso a la música bailable, se reparte el DVD que recoge el Encuentro del año anterior y se da cuenta de los datos económicos del Colectivo.
La música toma el protagonismo de la mano del D.J. quien conduce y anima la danza de los que se sienten más capaces que se prolonga hasta el final de la celebración. En el entorno, paredes afuera, el paisaje verde intenso de la naturaleza pujante y al fondo del valle, la cresta inconfundible del Aramo con algunos neveros tardíos. La mina, en otro tiempo pujante, pletórica y ruidosa, definitivamente se ha quedado muda. Ya no hay fragor de actividad trepidante. Seguramente lo mejor de esta situación, el fin de la tremenda sangría humana de los peores tiempos, demasiados y duros para olvidar.
A las 7,45 se entregan los bollos preñaos, se adelanta el fin de fiesta y despedida para subir al autocar que nos devuelva al barrio para llegar a tiempo de disfrutar del partido de final de Champions. El gran futbol sigue moviendo masas y levantando pasiones y es muy agradable seguir  y compartir sus incidencias en un entorno confortable y amigo. El futbol local va cubriendo expectativas y ahí sigue luchando…lo merecen todo.
Para terminar, recordaros la necesidad de completar la lista de emigrados y la forma de hacernos llegar los datos, que se puede facilitar de manera personal o en el correo: emigrantesbarrio@gmail.com  ¡Animamos a colaborar para que sea pronto!
Insistimos en animar a los nuevos jóvenes del barrio a implicarse en la celebración de las fiestas del barrio, a nosotros nos traen buenos, muy buenos recuerdos, ánimo!
Ya sabéis, un año de espera y nos vemos de nuevo en la primavera del 2020. No faltar, pasamos lista y no hay excusa. Cuidaros.


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XXIII EDICIÓN
27 de mayo de 2023
 
 
La Comida de Otoño nos dejó preparados para volver a la senda de las celebraciones anuales de los meses de mayo, recuerdo de aquellas fiestas del barrio en los años de infancia y juventud…y llegó, llegó el día sin sobresaltos, pasó la etapa dura del confinamiento y el doloroso adiós a los que ya no están sin haberse ido pues los tenemos muy presentes. Retomamos los acostumbrados encuentros y queremos pasar un día feliz.

Luz, color y perfume de primavera. Es sábado día 27 y los Guajes dispuestos estamos a celebrar la que va a ser la fiesta de la 23 edición y nuestro 25 aniversario. Si, son 25 los años transcurridos desde el 1998 de los 12 Guajes Fundadores.

Cumpliendo con el programa nos damos cita en el entorno de los bares de la entrada del barrio. Saludos, interés por el amigo que llega, alegrías de vernos de nuevo y pesar por las noticias tristes. El sol brilla y un recital de melodías de gaita y tambor recorre las calles del barrio anunciando la fiesta. Es tiempo de elecciones y los partidos piden el voto para sus candidatos, sus carteles jalonan las calles y se suben a las farolas.

En tiempo nos dirigimos a la plaza de la iglesia para la obligada visita a la estatua de Jesús El Pirulero referente goloso de nuestra infancia. Fotos, recuerdos y anécdotas. Seguimos camino hasta el monolito a los Emigrantes en recuerdo de los emigrados del barrio, interés por los nominados, la lista de inscritos crece despacio y nos daremos más tiempo para ponerla al día. Después de un breve  recorrido llegamos a la Estación de Autobuses donde ya espera el autocar que nos llevará a Urbiés. Salimos  por Vega de Arriba y el Campus, ese magnífico equipamiento del saber que pronto se verá reforzado con la llegada de Minas. Seguimos por Santullano, el hospital Álvarez Buylla y llegados a Figaredo nos adentramos por el valle del Turón, minero, minero como pocos, para rodar monte arriba hasta nuestro destino: donde se come bien, bien, y nos tratan mejor, Urbiés.

Seguimos lo programado y tomamos asiento en el vestido comedor de la primera planta dispuestos a dar buena cuenta del menú: ricos entremeses, sopa de marisco, cabrito al horno, postres variados, buen vino, café, chupito y brindis de aniversario… todo un recital del buen hacer de los fogones de Casa Nando ahora dirigido por su hija. Entre confidencias y animadas conversaciones se van sucediendo los platos con la complacencia de los comensales, es merecida la fama y acertado el relevo. A los postres, se reparte el DVD de la fiesta del 2019; se da cuenta de los detalles administrativos; se recuerdan y celebran los 25 años y se presenta la idea de acuñar una medalla conmemorativa tomando ejemplo de otra presentada, se acepta, en breve dispondremos de ella. Un pequeño repaso de las celebraciones vividas reflejadas en el cartel de Aniversario y se levantan las copas brindando por la efeméride, el deseo de celebrar muchos más, por los presentes y los ausentes.

A su tiempo da comienzo la sesión de música bailable que anima a la participación; un rato después, en el exterior, el tiempo cambiante ennegrece el valle y una sonora granizada rompe la agradable melodía de la danza. Escampa y vuelve la armonía musical hasta dar por finalizada la fiesta a eso de las 20 horas. Se reparte el bollu preñau y tomamos asiento en el autocar que nos devuelve al punto de partida. Nos despedimos hasta la próxima cita, lo sabéis todos… en la primavera de 2024, que no falte nadie. Pasamos lista.


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